TESTIMONI

TESTIMONIS Cristiana xinesos

“No se puede firmar un acuerdo ni sentarse a la mesa cuando obispos y sacerdotes yacen en las mazmorras maoístas, de forma injusta y arbitraria”

El padre Daniel Cerezo Ruíz es de Burgos, nacido en 1955, comboniano, ordenado sacerdote en 1981. Ha trabajado en Macao (China) varios años. Recientemente ha visitado nuestra diócesis.

IGLESIA PERSEGUIDA


- P. Daniel: ¿Nos motiva a rezar por los cristianos chinos que sufren discriminación a causa del testimonio que dan de Cristo y del Evangelio?

R: Es importante confrontar nuestra vida de discípulos con cristianos de otras latitudes y más si viven en contexto de persecución, como es el caso de China. La escucha atenta de los testimonios allí sentidos y muchas veces vividos (como se puede ver en mi libro La Cortina de Bambú, de la editorial Mundo Negro, Madrid), además de dejarnos boquiabiertos nos lanza un reto y pone delante de nosotros, como en un espejo, la importancia o indiferencia de nuestra fe en Jesús de Nazaret.


- ¿Qué podemos hacer desde aquí para estar cerca de estos hermanos y hermanas que, son acusados injustamente y objeto de violencias de varios tipos?

R: Lo primero es mostrar interés por conocer la situación, cosa que no es fácil, ya que China nos queda muy lejos, y apenas hay noticias al respecto. Por otra parte, sintonizar a menudo con lugares de información donde se puede conocer el devenir de la Iglesia perseguida en China. También, el recuerdo activo y vivido en la oración de cada día por los cristianos perseguidos, y crear plataformas de encuentro intercambio de información para hacer presión ante estamentos internacionales cuando las libertades religiosas de los mismos sean ignoradas, así como crear grupos de encuentro que simpaticen con tales situaciones, en concreto con los cristianos en China.


- El camino que Jesús ha indicado claramente a sus discípulos, lo testimonia el evangelio con estas palabras: ‘Serán todos odiados a causa de mi nombre. Pero quién habrá perseverado hasta el final será salvado’. ¿Qué dicen estas palabras a los cristianos chinos?

R: El haber vivido muchas décadas bajo la persecución, los cristianos de China se han curtido y fortalecido. Su capacidad de iniciativa y búsqueda de nuevos modos de supervivencia y presencia en la sociedad han hecho que conozcan más los métodos represivos del Partido comunista chino y sepan cómo capear el temporal. El vivir la fe en un contexto adverso hace que uno sienta y experimente el tesoro y el valor de la propia fe como algo innegociable. Por otra parte, la tradición de tantos pastores que han ido guiando al rebaño, incluso dando con sus huesos en la cárcel, ha dado una vitalidad irradiante a las nuevas generaciones. Los testimonios de tantos mártires a lo largo de la historia de los cristianos en China, han hecho que los cristianos hayan perseverado en la adversidad y rechazado los dictámenes opresivos e inhumanos del sistema maoísta chino, sacando a relucir la fidelidad como valor referencia en el seguimiento de Jesucristo.


- La realidad de la Iglesia perseguida en China, ¿nos puede ayudar en Europa a superar una falsa imagen edulcorada de lo cristiano, que en el evangelio no existe?

R: La fe crece, madura y se renueva en la medida en que, en el día a día, hay retos que ponen a prueba esa fe y dan sentido a lo que uno vive y afronta. El peligro de una fe nominal o de archivo es una constatación en tantos cristianos que sucumben al lastre del consumismo y la indiferencia porque no han tenido que dar razones de su fe, que se ha vivido sin los ingredientes esenciales del anuncio y la denuncia, y que, en el caso de China, conlleva al arresto de la cárcel y los campos de concentración, a no ser que uno se doblegue a los dictámenes del Partido comunista chino.


- ¿Se respira en la Iglesia en China serenidad y paz?

R: Siempre que he preguntado a obispos, sacerdotes y cristianos que vivieron en cárceles y campos de concentración meses, años y lustros, incluso hasta 30 años, apenas si escuché palabras amargas contra el comunismo represivo chino. Todos ellos irradiaban una serenidad que no parecía propia de seres humanos, aunque debo decir que el miedo y la incertidumbre todavía cunde en algunos sectores de la comunidad de creyentes.


- ¿Seguro que incluso se llega a pedir perdón para sus asesinos?

R: He escuchado varios testimonios de personas que efectivamente ofrecieron el perdón a los artífices de tales muertes. Sus familiares tuvieron el valor de manifestar el perdón para con los artífices de tales muertes cruentas. Es el caso de un obispo, traicionado por un católico que se vio amenazado por las huestes maoístas que amenazaban con aniquilar a su familia si no delataba y confesaba el lugar de su residencia. Pocos años más tarde el obispo públicamente expresó el perdón a aquel que le había delatado por miedo a las represalias maoístas, lo que condujo al obispo a 12 años de cárcel sin juicio alguno.


FILOSOFÍA CHINA

- Brevemente, ¿cómo es el pensamiento chino actual?

R: El pensamiento chino actual, por una parte, está condicionado por el Partido comunista represivo chino, que como decía Mao tenía que ser como el pez en la pecera. Es decir, debía saber y controlar todo lo que sucedía en la sociedad, dictando e imponiendo por la violencia todo lo que se dice y hace en la sociedad. En primer lugar, diría que lo que parte de la sociedad desea es tener un estilo de vida que pueda responder a las necesidades vitales de la gente: una buena educación, la salud asegurada y un trabajo para batallar con el día a día en una sociedad con fuertes tintes consumistas como punto de referencia. Es decir, tener las necesidades básicas cubiertas.


Por otra parte, el Partido ve que las nuevas generaciones se le escapan, más interesadas en el mundo occidental que en los cansinos, repetitivos y obsoletos mantras del sistema comunista, que en primer lugar no es acatado por los propios dirigentes, con montones de casos de corrupción que avalan tal tendencia. Como resultado, el Partido comunista chino ha lanzado una nueva campaña para atraer e influenciar las masas, que es la “sinicizacion”. Esta campaña empezó a ser efectiva en 2017. El tema de fondo era la preocupación de una cierta “adoración” de las generaciones jóvenes de todo lo que suena o huele a occidental. Así, se prohibió cualquier manifestación navideña en las universidades en estos últimos años, y lo mismo en los centros comerciales, así como la presencia atosigante de policías en las iglesias en las fiestas navideñas. Con ello se pretendía también atajar la corrupción en todos los estratos del Partido y adquirir mas poder el presidente, cambiando la constitución para obtener un tercer mandato más. Como resultado de la campaña se empezaron a destruir iglesias y derribar cruces de las torres de las iglesias, arrestos de obispos y sacerdotes, prohibición de los menores de 18 años en las iglesias y un fuerte control del personal eclesial con la aparición de nuevos documentos de identificación muy restringidos de lugares y tareas a realizar. Con la “sinicizacion” se trata de generar una fuerte identidad nacional, una eliminación de toda influencia extrajera, aunque sean los lideres comunistas los primeros que envían sus hijos e hijas a estudiar en universidades extranjeras, y priorizar el acatamiento de los dictámenes del Partido por toda la sociedad, incluida la religión.


Últimamente el Partido ha resucitado a Confucio y sus valores, cosa sorprendente porque durante la revolución cultural y hasta los años noventa estuvo desahuciado y penalizado por orden del emperador rojo. Este nuevo confucionismo es una mezcla de ideas y políticas cuya finalidad el Partido, bajo la tapadera del neo-confucionismo, pretende que el Partido se mantenga en el poder y pueda controlar a las masas, cada vez mas consciente de sus derechos y libertades.


- A lo largo de los siglos, el pensamiento chino ha sido el producto de una variedad de influencias, ¿qué ha sido lo mejor y lo peor del budismo?

R: Las religiones en China son toleradas en tanto en cuanto sean políticamente patriotas, apoyen el socialismo y el liderazgo del Partido comunista chino. El budismo siempre ha mostrado ese lado benevolente y compasivo de la persona humana, en la cercanía al otro como una exigencia de sus creencias. Como religión, está más centrada en la persona humana que en Dios, enseña que la vida es sufrimiento y que son los deseos la causa del mismo. Este lado del sufrimiento tan marcado en la sociedad china del siglo pasado ha hecho que haya arraigado en la sociedad china. Esa dimensión social junto con ese perfil del encuentro con uno mismo a través de tácticas y modos de oración y contemplación, siempre causaron un impacto en el pueblo chino.


- ¿Y del taoísmo?

R: El taoísmo, religión típica china, subraya vivir en armonía con el Tao, sin tener una especie de dios o ser omnipotente más allá del cosmos. Tiene menos presencia e impacto que el budismo en cuanto al número de adeptos o estructuras, monasterios o comunidades taoístas, pero también se manifiesta como una alternativa a la sociedad a través de la búsqueda del Tao (Camino), en lugar de dejarse tragar por la vorágine individualista del consumismo, aunque siempre tenga una dimensión individualista y a la vez el deseo de una vida larga, que viven en contacto con la naturaleza.


- ¿El marxismo?

R: La lucha de clases, enraizada y subrayada por el Partido comunista chino, siempre ha creado un cierto miedo por la violencia ejercida como única alternativa a los “desvíos” de la sociedad o de los individuos. El hecho del fracaso del comunismo chino o “socialismo con características chinas” se manifestó con el desmantelamiento de las comunas por el propio Partido en los años ochenta, ofreciendo una cierta iniciativa de apertura económica y social, bajo las directrices del líder Deng Xiaoping, lo que Liaoning hizo que China experimentara una cierta propiedad privada que la ha hecho resurgir hasta el día de hoy como potencia económica mundial. Marxismo como ideología de nombre sigue presente, aunque bien diferenciado con un amplio espectro de libertades económicas, mientras que hay más y más represión en cuanto a libertades sociales, políticas, religiosas, de derechos humanos, etc., que son casi inexistentes.


- ¿El liberalismo?

R: Es lo que cabalga hoy en la sociedad china, y a qué velocidad. Podemos hablar de un capitalismo salvaje muy peculiar y con un cierto control del gobierno. Que China engrose la lista de millonarios del mundo es una prueba más que fehaciente de que el comunismo es una etiqueta que no funciona en China, al reconocer las autoridades que aún hay más de 60 millones de chinos bajo el umbral de la pobreza. El comunismo cavernícola de los años de Mao que llevó a China al colapso a todos los niveles, ha sido sustituido por un capitalismo “salvaje” en el aspecto económico. Es precisamente ese “con características chinas” lo que abre las puertas a todo tipo de injusticias, donde la persona no cuenta, las desigualdades abocan a muchos a la cuneta de la ignorancia y el analfabetismo, sin derechos por parte de los trabajadores, cuyos derechos son pisoteados y los sindicatos en la realidad son inexistentes, aunque se habla y habla de democracia como una falacia para confundir a la gente. Se trata, en definitiva, del becerro de oro del Partido como ideología existente para controlar a la gente y mantenerse en el poder sin que la ciudadanía cuente para nada.


- ¿Por qué el legado del gran sabio chino Confucio ha sido tan influyente durante milenios?

R: El chino tiene una inclinación especial por la historia y la tradición, que son las que imponen las directrices y filosofía de vida de la gente. El clan condiciona y pasa los valores de una generación a la otra viviendo, como decía Confucio, las cinco relaciones fundamentales para que un pueblo pueda caminar y progresar: 1) entre el soberano y sus súbditos, 2) de los padres e hijos, 3) entre el marido y la mujer, 4) entre el hermano mayor y el menor, y 5) entre los amigos. Esto sigue caracterizando el entramado chino a pesar del intento de masacrar la cultura china por parte de Mao Tsedong durante la revolución cultural. Otras referencias sociales de ciudadanía o valores referenciales de su filosofía de vida siguen siendo, aunque muy marcados hoy por el individualismo, la benevolencia, la justicia y la etiqueta ritual.


- El "confucianismo", como sistema ético de comportamiento y gobierno, ¿en qué medida sigue definiendo la cultura china en el momento presente?

R: El confucianismo como sistema social, filosófico o de filosofía de vida en China, ha inspirado el modo de gobierno y la filosofía de la vida de los chinos desde milenios, subrayando la importancia de la familia y el funcionamiento del entramado social, hasta que Confucio fue defenestrado durante la revolución cultural hasta bien entrado el sigo XXI. Últimamente y a causa de la falta de credibilidad del Partido y no tener otras referencias y paradigmas que ofrecer a las masas, el Partido se ha inventado el Neo-confucianismo, del mismo modo

Todo tipo de injusticias, donde la persona no cuenta, las desigualdades abocan a muchos a la cuneta de la ignorancia y el analfabetismo

que desea implantar la campaña de “sinicizacion”. Todo es un maquillaje y una tapadera para interpretar a Confucio bajo el prisma del Partido comunista, utilizando a Confucio para los intereses del Partido le conviene.


SANTA SEDE Y CHINA

- ¿Se reciben con gozo los mensajes de amor que el papa Francisco envía frecuentemente a la Iglesia que está en China?

R: El Papa Francisco ha deseado, desde el inicio de su papado, abrir una puerta con China. Con su bondad y deseo de apertura de la Iglesia al mundo como una tienda de campaña, desea llegar a todos los rincones de la tierra. No lo es menos con China, un buen pedazo de pastel mundial donde las grandes masas de gente aun no pueden escuchar el mensaje del Evangelio, razón por la que desea abrir cauces que allanen el camino de las relaciones diplomáticas, rotas con China desde mediados del siglo pasado. Los últimos papas, en mayor o menor medida, han intentado apuntarse un tanto histórico sentándose a la mesa con Herodes, pero ignorando tacita o concienzudamente los continuos atropellos a que son vejados los cristianos de a pie en estas ultimas siete décadas de control represivo comunista. Los católicos chinos, sin excepción, tanto de la comunidad clandestina como de la registrada o pública tienen un gran afecto por el Papa Francisco y rezan cada día en la eucaristía por él.


- ¿Podría cumplir el papa Francisco en algún momento su sueño de ir a China?

R: No creo que sea posible, porque ahora mismo crearía más división entre los mismos cristianos de las dos comunidades, ya que su visita estaría manipulada por los intereses del Partido comunista. Aunque, a decir verdad, el gobierno comunista ya se ha apuntado el tanto que tanto ansiaba. Es decir, el respaldo moral de una entidad mundial de reconocimiento moral como es la Iglesia. Y, aunque sea a través de un acuerdo provisional, la opinión mundial ha podido, directa o indirectamente, sorprenderse de que un sistema que anula y reprime los derechos humanos abiertamente y sin escrúpulos, haya podido sentarse a la mesa con el Goliat de turno, entre otras cosas para no conseguir nada concreto y crear más desazón aun en los cristianos de China, en particular de los cristianos clandestinos.


Por otra parte, no creo que la visita sea posible ya que hay muchas facciones dentro del Partido que se oponen a cualquier relación del Partido con las religiones, que han de estar sumisas a los intereses del mismo. Abrir las puertas a una institución mundial como es la Iglesia significaría abrirse a otro tipo de Verdad, cuestionando la única Verdad que los comunistas atribuyen solo al Partido, y todo lo que se opone a ella se reprime con las cárceles o los campos de concentración y sin un sistema legal mínimamente creíble.


- ¿Usted defiende la renovación del acuerdo entre el Vaticano y China?

R: El acuerdo tuvo lugar en el peor momento posible de estas últimas cuatro décadas. Desde hace ya unos años el Partido intenta asfixiar, destruir y erradicar todo vestigio de presencia religiosa como ha sucedido en los últimos seis años con la destrucción masiva de iglesias y cruces y otros signos religiosos, y la implantación de cuadros y fotos de Mao o del presidente chino Xi Jinping por todos los lugares, lugares de culto incluidos. La prohibición de entrada en muchas iglesias a los menores de 18 años también ha creado desconcierto en el mundo de las religiones, teniendo el Partido el firme deseo de cortar de lleno el futuro de las religiones. Y la asfixia del personal eclesial y religioso con carnets que definen su campo de acción con el consabido castigo si no se cumplen las directrices del gobierno comunista chino. Las ordenaciones de obispos que parecía ser el centro del acuerdo, han sido limitadísimas y preparadas ya mucha antes del acuerdo. Por lo tanto, poco hay que celebrar y mucho en qué pensar.


- ¿Cuáles serían los tres aspectos positivos más notables del acuerdo?

R: Hay que reconocer como positivo el deseo de sentarse a la mesa como tal requiere por parte del Vaticano un esfuerzo casi inhumano, ya que enfrente tiene a un enemigo declarado y cuya finalidad es destruir todo vestigio religioso del espectro del mapa de China. Probablemente el Vaticano piensa que así se puede abrir el ¨gran mercado¨ religioso a las grandes masas de la población china, pero la campaña de “sinicizacion” ha mostrado en los últimos años que ese deseo está descartado de antemano. El endurecimiento contra la religión se está implementando con mayor vehemencia, lo que corrobora que alrededor de la mesa se dicen unas cosas y en la realidad el partido comunista chino lleva adelante su agenda sin sonrojarse lo más mínimo.


- ¿Y los negativos?

R: Ha creado mayor división en las dos comunidades cristianas, la clandestina y la pública. Los cristianos clandestinos se han sentido ninguneados y apartados de todo lo que se ha cocido en el acuerdo. El Vaticano aceptó la integración dentro de la unidad eclesial a ocho obispos que habían sido excomulgados, pero no se movió ni un dedo con respecto a los obispos clandestinos en las cárceles o bajo arresto domiciliario. Las ordenaciones de obispos que al parecer era uno de los puntos cruciales del acuerdo, no ha tenido resonancia alguna significativa al día de hoy, después de cuatro años del acuerdo. Me da la impresión de que el Vaticano deseaba apuntarse un tanto diplomático en las altas esferas, pero la vida corriente de los cristianos no solo no ha cambiado, sino que ha empeorado.


- Algunos expresan que la Iglesia está perdiendo “credibilidad” para evangelizar China. ¿qué piensa usted?

R: Hay un hecho incuestionable y es que la fe para el cristiano chino es innegociable y que no se puede firmar nada que comprometa lo esencial de la fe cristiana. Los mártires chinos de todos los tiempos así nos lo recuerdan. De ahí que la Iglesia en China sigue testimoniándolo. Da la impresión de que la diplomacia deja en el ostracismo la capacidad profética del mensaje evangélico de anuncio y denuncia en China, con el profetismo de no doblegarse a los dictámenes injustos y muchas veces inhumanos del Partido. Los cristianos chinos manifiestan su coherencia de fe ante el Goliat y Herodes de turno y por ello pagan un precio que no ha sido mencionado en el acuerdo. No se puede firmar un acuerdo ni sentarse a la mesa cuando obispos y sacerdotes yacen en las mazmorras maoístas, de forma injusta y arbitraria.



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